La innovación en el proceso judicial tropieza con enconada resistencia que hace necesario analizar los motivos de algunos abogados para oponerse al progreso y a las ventajas de la técnica y la ciencia. El psicólogo Kurt Lewin, pionero de la sicología social, enseñó que todo cambio pasa por tres etapas: una de descongelamiento, con inquietudes sobre la forma de alcanzar un nuevo equilibrio; otra de inestabilidad y exploración de alternativas para readaptarse; la final de aceptación al nuevo entorno. Abandonar la zona de confort produce en algunos la sensación de amenaza y reacciones obstinadas[1].
Arthur Schopenhauer enseñó que toda verdad pasa por tres fases: primero es ridiculizada; segundo, se le opone violentamente; y tercero, es aceptada como evidente[2]. La resistencia al cambio se atribuye a distintas causas: a) Psicológicas[3], de percepción por cultura, ocupación, hábitos, tradiciones arraigadas, devoción a lo conocido, comodidad o apego a la estabilidad; b) De poder, como beneficios personales, políticos o económicos que persiguen mantener a otros en el pasado, la sumisión, la reverencia o la derrota; c) Analfabetismo tecnológico[4], ignorancia, negligencia, indiferencia, pereza, impericia o negativa a aprender lo nuevo.
Unos motivos están vinculados al recelo que Tito Livio describió así: “el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”[5] y que Thomas Hobbes puso de presente al decir “el día que yo nací, mi madre parió dos gemelos, yo y el miedo”[6], alucinación productora de secreción de adrenalina que hace al ser humano huir, atacar o contemplar hostil el nuevo entorno. Según el psiquiatra Craig Brod, el tecnoestrés o enfermedad de adaptación[7] se exterioriza en posturas de repulsión ante la tecnología, con diferentes manifestaciones:
1. Citar con nostalgia el pasado, como hizo Platón al oponerse a la escritura, porque “descuidaba la memoria propia de los sabios de verdad”[8]. Igual el monje benedictino Johannes Trithemius, consejero de emperadores y autoridades eclesiásticas, quien defendió el manuscrito y rechazó la imprenta de Johannes Gutenberg por atentar contra el oficio ejercido en los monasterios por los copistas monacales, protegido con franquicias y exenciones por los papas y los reyes para controlar la difusión de ideas contrarias a sus intereses. Según Trithemius el libro hacía peligrar la profundidad de los pensamientos y la ética de los contenidos por estar hecho con descuido en material barato y, como papel que era desaparecería rápidamente, mientras que los pergaminos manuscritos, elaborados con laboriosidad que convertía a los pecadores y confirmaba las virtudes, garantizaban respeto en la edición y plácida lectura. Así se originó el Síndrome de Trithemius[9], enfermedad de resistencia a los cambios con argumentos irracionales.
2. Burlarse de iniciativas de cambio como decía un memorando de Western Union de 1876: “Ese ‘teléfono’ tiene demasiados defectos como para ser considerado un medio de comunicación serio[10]. Ken Olsen, CEO de Digital Equipment Corp en 2011 afirmó que no existía razón por la cual una persona podría querer tener un ordenador en casa, equivocación que contribuyó a la desaparición de su empresa por olvidar, como decía Voltaire, que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
3. No cooperar, desacreditar o culpar al cambio por contratiempos. El legendario joven tejedor de Leicestershire Ned Ludd, Capitán Ludd o Rey Ludd, que vivió en el bosque de Sherwood, en 1799 destrozó a martillazos dos telares. Es el origen de ludita y del ludismo[11], movimiento de resistencia a la tecnología. En 1811 los trabajadores textiles de Nottinghamshire, azuzados por el temor a perder empleos, enviaron cartas amenazantes y quemaron fábricas siguiendo al mítico personaje.
Theodore John Kaczynski, llamado Unabomber por la contracción de University and Airline Bomber, es un caso de rebelión personal por antonomasia. Fue un genio terrorista, matemático y filósofo, denominado neoludita por reconocer su inspiración. Fue condenado a cadena perpetua luego de una investigación del FBI que duró diecisiete años y demostró que abandonó su meritoria carrera académica en universidades como Harvard, Michigan y Berkeley para enviar, entre 1978 y 1995, cartas bomba desde su refugio de ermitaño en las montañas de Montana, donde vivía solo y enojado con el mundo, sin luz, aparatos de comunicación, agua corriente o alcantarillado, motivado por su confundida oposición a lo tecnológico[12].
4. Realizar cuestionamientos nocivos sobre la necesidad del cambio, someter la innovación a instancias o difundir solo lo negativo. Son ejemplos las reservas contra la electricidad alentadas por la campaña de explosiones de empresas distribuidoras de gas para la iluminación que se resistían a perder negocio en Inglaterra, mientras los franceses, españoles o estadounidenses la recibieron con entusiasmo.
También las descalificaciones al ferrocarril por los carreteros, que lo llamaron máquina infernal con el apoyo de la Academia de Ciencias de Lyon que pregonó riesgos mortales en vías respiratorias por el brusco cambio de clima[13]. Los telegrafistas criticaron el teléfono por no dejar constancia escrita. Lo mismo sucedió con el cine pues en una de las primeras proyecciones de los hermanos Lumière en París, según una leyenda, los espectadores huyeron aterrorizados al ver la locomotora aproximarse desenfrenadamente en la pantalla[14].
La resistencia a la tecnología no se restringe a los escenarios jurídicos donde se escuchan críticas irrazonables a favor del expediente físico en contra de lo digital, por las notificaciones presenciales o con constancia de recibo en vez de las electrónicas a pesar que los ingenieros diseñaron inteligentemente el email con presunción de recibo por no rebote; también se escuchan voces que sin sustento científico reclaman por la recepción virtual de declaraciones.
El avance de la tecnología tiene detractores. No obstante, siempre es beneficiosa y avasalladora. No se detendrá en la administración de justicia ante las protestas infundadas, los temores o inconformidades, las insulsas resistencias, las desatinadas oposiciones, ni ante desafortunadas leyes o cuestionadas decisiones.
[1] ESCUDERO MACLUF, Jesús. Desarrollo organizacional y resistencia cambio. Ciencia Administrativa. Veracruzana. 2014.
[2] PÉREZ RUZAFA, Ángel. Estadios verdad. Academia Ciencias Región Murcia. Enero/19. Línea: https://www.um.es/acc/los-estadios-de-la-verdad-del-dato-a-la-pancarta/Consultado 1 agosto 2021
[3] FRANCO ALVAREZ, Zoila del Carmen. Elaboración instrumento medir resistencia cambio… U. Nacional México, 2007. Línea: http://132.248.9.195/pd2007/0616751/Index.html. Consultado 12 mayo 2021.
[4] DANS, Enrique, Todo va a cambiar: tecnología y evolución, adaptarse o desaparecer. Ediciones Deusto. Barcelona, 2010. En línea: https://www.todovaacambiar.com/capitulo-7-la-generacion-perdida-la-resistencia-a-la-tecnologia. Consultado 22 noviembre 2020
[5] CAROL, Marius. Efecto desmoralizador miedo. Barcelona 2016. Línea: https://www.lavanguardia.com/opinion/20160724/403429298188/el-efecto-desmoralizador-del-miedo.html. Consultado 10 octubre 2020
[6] MARINA, José Antonio. Anatomía miedo. Editorial Anagrama. Barcelona. 2006. ISBN.
9788433962508.
[7] BROD, Craig. Techno Stress. Editorial Addison Wesley. Massachusetts. 1892. ISBN 10: 0201112116
[8] PLATÓN. Banquete, Fedón, Barcelona 1983. p.363-366
[9] SÁNCHEZ MOLERO, José Luis Gonzalo. Orígenes portada, laberinto editorial con salida inesperada. Titivillus, ISSN 2387-0915, ISSN-e 2603-9966, 2 (2016), pp. 127-15
[10] WESTERN UNION. Memorando. 1876.
[11] DE CASTELLA, TOM. ¿Es usted ludita y no lo sabe? BBC News. 2012. Línea: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/05/120423_movimiento_ludita_palabra_movimiento_aniversario. Consultado 5 abril 2021.
[12] FIB. The Unabomber. Línea: https://www.fbi.gov/history/famous-cases/unabomber. Consultado abril 2021
[13] MARTIN GARCIA, Javier. Atrás El miedo a la tecnología. Noviembre 3 2020. Línea: https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-antigua/20201103/790783/miedo-tecnologia-escritura-5g.html. Consultado 1 abril 2021
[14] VERICAT, David. Llegada tren estación Ciotat. Cinema esencial. Noviembre 2015. Línea: https://cinemaesencial.com/peliculas/llegada-del-tren-la-estaci%C3%B3n-de-la-ciotat. Consultado 4 abril 2021
Ulises Canosa Suárez
Presidente Instituto Colombiano de Derecho Procesal. Vicepresidente Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal. Miembro Academia Colombiana Jurisprudencia y Colegio Abogados Comercialistas. Miembro Comisión Redactora Ley 1564/12 CGP, Comisión Decreto digitalización 806/20 y Ley 2213/22. Abogado U. Libre, Doctor en Derecho Cum Laude U. Salamanca, maestría Pruebas U. Girona (España) y Génova (Italia), maestría Derechos Humanos U. Alfonso X UAX España y Especializaciones Derecho Procesal y Financiero U. del Rosario, Comercial U. Externado, Constitucional U. Salamanca y estudios Dirección Empresarial Instituto Europeo Administración Negocios INSEAD, U. Navarra España e INALDE Colombia. Profesor U. Andes, Externado, Rosario, ICESI y Libre, entre otras. Premio Docencia Excelencia Juan Agustín Uricoechea y Navarro Colegio Mayor Rosario 2005. Vicepresidente y Gerente Jurídico y Miembro y Presidente Junta Directiva varias empresas privadas. Las opiniones no comprometen las entidades vinculadas.
3 comentarios en “Resistencia al cambio”
Excelente presentación historica sobre el tema. 👏
Magnífico el comentario. Prolijamente documentado y con unos argumentos a favor de la innovación tecnológica,absolutamente persuasivos y que son de recibo. Los Abogados,debemos ser amigos del cambio y de la permanente evolución al interior de la Ciencia del Derecho.
Excelente artículo, pero no comparto el cambio por ahora. Colombia no es la panacea que siempre se nos quiere hacer ver. Los cambios vienen por sí solos y en su momento, luego ellos son inexorables. Pero por ahora hay un grave problema social, y muy grave que puede llevar al país a una confrontación, al cual no va a escapar la audiencia virtual en pruebas, la cual no puede aislarse de la corrupción para verla como una simple forma. Ya tenemos parte proceso virtual, salvo el debido proceso probatorio que en penal es presencial, y en las demás disciplinas no. No veo oposición infundada, ni destinadas oposiciones, ni detractores, porque el derecho no se puede seguir viendo al margen de tan grave crisis que vive el país . La democracia es un derecho fundamental, y no lo veo garantizado, por ahora y con la tecnología que tenemos.